El pasado 5 de octubre, Red Papaz, una corporación sin ánimo de lucro que aboga por los derechos de niñas y niños en Colombia, logró mediante una tutela que el Invima ordenara a Postobón retirar unos videos, unas cuñas radiales y el contenido de la página referido a una campaña publicitaria que dice que dicen “Hit está hecho con frutas deliciosas”. Esta organización de la sociedad civil, hace parte de un conjunto de representantes de sectores técnicos, científicos y sociales que han venido luchando por la defensa del Derecho Humano a la Alimentación y Nutrición Adecuadas (DHANA), entre los que se encuentra FIAN Colombia.

Esta noticia divulgada por la revista Semana, entre otros importantes medios de comunicación, cobra una nueva dimensión en el contexto de la defensa de los Derechos Humanos. Poco hemos entendido en Colombia sobre lo que representa el DHANA, porque las habituales nociones de seguridad alimentaria, y la “lucha contra el hambre” han ocultado a menudo que nuestra alimentación como derecho fundamental, tiene que ver con la calidad de la nutrición, y con los hábitos y estilos de vida, formateados y determinados por las estrategias de publicidad y mercadeo. Hace más de 40 años que el fundador de la Psicología Social, Serge Moscovici , mostró cómo los acuerdos colectivos del sentido común se basan en nociones que pasan a convertirse en verdades incuestionables como parte de un inconsciente colectivo.

Los jugos Hit producidos por Postobón, se han promocionado con algunas piezas de publicidad a las que el Invima ha descrito como violatorias de”(…) la Ley 9 de 1979 al causar impresiones falsas del producto sobre la naturaleza, origen, composición y calidad de una bebida o producto comestible.”

De eso se trata: de entender que nuestro sentido común ha construido imaginarios que pueden estar lejos de la realidad, distorsionados por la masificación de informaciones engañosas de origen publicitario. ¿Cuántas veces una madre no ha preferido poner en la lonchera de su hija o hijo una bebida como Hit en reemplazo de una gaseosa bajo la presunción de que es más “natural” o “contiene fruta”? ¿Cuántas veces en un vuelo de línea comercial en Colombia, o en un terminal de transporte, no hemos privilegiado a Hit frente nuestra aparente elección de bebida por categorizarla como “más sana” o “sin exceso de azúcar”?

¿Cuántas veces una madre no ha preferido poner en la lonchera de su hija o hijo una bebida como Hit en reemplazo de una gaseosa bajo la presunción de que es más “natural” o “contiene fruta”?

El trabajo de las organizaciones de la sociedad civil en torno al DHANA, ha mostrado que defender este derecho no es sólo propender por la ausencia del hambre en el mundo, sino velar por que las condiciones de acceso a los alimentos sea real, y por que la información sobre los productos que provienen de la industria de comestibles, sea clara, veraz y permita la toma de decisiones informadas por parte de los consumidores. Es claro también, que no se trata tan sólo de un problema de consumo, sino que se trata de un problema de Derechos, y que éstos se vinculan a la soberanía alimentaria, al circuito de productos provenientes de la agricultura limpia, y a la garantía de una cultura alimentaria basada en una alimentación consciente, que depende de cómo construyamos los acuerdos sociales de verdad sobre el valor nutricional de lo que comemos todos los días.

Con este logro de la sociedad civil, se abre una puerta para la construcción colectiva de la exigibilidad del control de la publicidad y el mercadeo de comestibles, y para un etiquetado que informe sobre lo que contiene aquello que creemos es un alimento y no siempre lo es.

Hernando Salcedo Fidalgo. MD.

Coordinador Línea de Nutrición FIAN Colombia

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